Calidad, naturaleza y lujo son los tres principales atributos del maquillaje biológico. Y es que, tras muchos años de investigaciones, parece que el mundo de la cosmética empieza a rendirse a los pies de esta nueva forma de ver la cosmética desde un punto de vista más sostenible y respetuoso con nuestra piel.
Correctores, maquillajes, sombras de ojos, colorete, polvos, pintauñas…podemos elegir con toda la variedad posible nuestro producto bio. El primero de los beneficios de este tipo de maquillaje es que utiliza solamente ingredientes naturales, como distintos tipos de aceite (de almendras, de jojoba, de azotacristos etc.) vitamina E, vitamina B5 o cera de abeja, entre otros, y elimina del producto las tradicionales fórmulas que incluyen ingredientes químicos que pueden afectar negativamente a nuestra piel como aceites procedentes de la petroquímica, siliconas o colorantes.
Los pigmentos naturales que posee este tipo de maquillaje actúan como pantalla contra los efectos negativos del sol sobre la piel, por lo que ésta no padece las agresiones que ocasionan en la piel la mayoría de maquillajes tradicionales, que a menudo dejan nuestro cutis desnutrido y no cuidan la sensibilidad de nuestra piel. Otro de los muchos beneficios del producto no es materialmente palpable para la compradora, y, sin embargo, produce un efecto muy positivo: garantiza a sus compradoras que el maquillaje no ha sido testado en animales.
Y lo mejor de todo, es que por suerte ya no tenemos que acudir a lugares especializados en cosmética bio para conseguir estos productos. A pesar de que han surgido en el mercado como productos de alta cosmética, marcas como Couleur Caramel o UNE, avalada por la firma Bourjois, están popularizando su uso y su compra a unos precios al alcance de todas.