La belleza mítica de Elizabeth Taylor


Hoy nos dejó la mundialmente conocida actriz Elizabeth Taylor y, desde esta página, mi homenaje a una mujer que siempre destacó por su estilo y belleza, siendo precursora de tendencias tan actuales como puede ser el maquillaje pin-up. Claro está que la genética fue inmensamente generosa con Liz, pero después hay un arreglo de maquillaje y peluquería que puede colaborar a exaltar esa belleza o transformarla en algo desafortunado.

En el caso de Liz Taylor, siempre supo encontrar el equilibrio entre inocencia y sensualidad. Su piel clara y cuidada, le daban un aspecto de inocencia e ingenuidad que, como contrapunto, chocaba con lo sexy de sus labios siempre en rojo pasión. Sus ojos violetas no dejaron indiferente a nadie, pero lejos de utilizar sombras, siempre los enmarcó con un simple eyeliner.

Mujer de carácter, rompió la moda del momento con el espesor de sus cejas, en una época que se llevaban depiladas de un modo ínfimo, ella optó por conservar su grosor y, gracias a este gesto, la tendencia en cejas volvió a ser la natural que hasta hoy conservamos. Otro toque con el que innovó la moda en maquillaje fue la aplicación del blush; nada de dar colorete en línea recta desde la sien hasta la boca siguiendo el trazo de los pómulos; colorete aplicado con brocha ancha redonda sobre las mejillas, algo que este año es lo último.

Conocerse bien a uno mismo es básico a la hora de arreglarse, algo que Liz sabía muy bien a la hora de elegir peinado y color de pelo. Sus rasgos destacaban más de morena que de rubia, razón suficiente para no cambiar nunca el tono de su cabello; así como el modo en que disimula el ancho de la frente, con pelo largo o corto, nunca la llevaba despejada del todo. Una belleza de mujer que, desde hoy, ya es leyenda.

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