En el mundo de la estética llevamos mucho tiempo quejándonos del tipo de mujer que se elige siempre para publicitar cualquier producto de belleza. Niñas muy jovencitas, extremadamente delgadas y a las que aun encima se les practica unos retoques de photoshop que las alejan totalmente de lo que es la mujer real a la que deberían representar.
Una tendencia cada vez más criticada y que ha llevado a algunas empresas líder en el sector cosmético a dar un giro de 180 grados en sus técnicas de publicidad. El golpe de efecto no se ha hecho esperar y hoy nos encontramos con que Iris Apfel, esta tierna ancianita que tiene más de 90 años es la musa de una de las firmas más prestigiosas en productos de maquillaje. Tal ha sido el éxito de la campaña, que la barra de labios en tonos naranja que luce habitualmente está agotada en todo el mundo y no dejan de llegar pedidos a fábrica.
Lo mismo ocurre con un rosado grosella que elige en numerosas ocasiones. Unos tonos muy vivos y poco utilizados por el público en general y que se han convertido en el must have de la temporada gracias a esta afable señora. Lo que las principales marcas buscan en este momento son señoras mayores que vivan la moda con verdadera pasión. Dicen los representantes y publicistas que en estos tramos de edad es donde se encuentra el cliente con posibilidades económicas que ayude a reflotar la crisis que azota a medio mundo.
Por este motivo las campañas no pueden ser más directas y si quieren gente mayor porque son los que tienen dinero, pues gente mayor será también la imagen que represente su marca. En este sentido, la elección de Iris Apfel ha sido todo un acierto, ya que su imagen representa a la típica abuela tiernecita, simpática y jovial, pero que a la vez se muestra segura de sí misma y vive con alegría cada reto que se le pone por delante. Personalmente, celebro la idea y el éxito.