Las condiciones climáticas, los productos de higiene y cosméticos, el sol, el agua de la piscina… Son muchos los factores que pueden incidir en que nuestro cabello se vea cada día más estropeado y sin vida.
No obstante, una vez ocurre esto ya no es momento de culparse por lo que hemos hecho o dejado de hacer a nuestro cabello, sino que hay que intentar salir lo antes posible de esta espiral que os hace continuar descuidando el cabello y ponernos manos a la obra con el saneamiento de la melena.