Aunque siempre habrá unos colores o un estilo que probablemente te sienten mejor, no es para nada recomendable seguir siempre una misma regla en lo que al maquillaje se refiere.
De hecho cada momento, cada lugar o cada ocasión condicionan la manera en que debemos utilizar nuestros cosméticos para estar bellas y sobre todo acordes con lo que requiere la ocasión.
A continuación te presentamos algunas de las ocasiones más comunes y las líneas generales que deberías seguir:
– En clase: Teniendo en cuenta que en estos casos la piel es joven y con pocas imperfecciones debes conseguir un look muy natural en el que apenas pueda apreciarse tu maquillaje. La clave está en aplicar corrector en ojeras e imperfecciones, utilizar un maquillaje de tu tono con un ligero toque de blush y una capa de máscara de pestañas ligera.
– En el trabajo: Tu maquillaje debe ser natural pero sofisticado a la vez, por lo que además de seguir los anteriores consejos debes aplicar sombras claras y de tonos tostados en los párpados, perfilar la línea superior de las pestañas (opcional) y utilizar una barra de labios nude o ligeramente rosada.
– Salidas nocturnas: El maquillaje debe ser más agresivo y seductor, aunque debe ir siempre en consonancia con el estilo de tu ropa. Los smokey eyes en marrones, grises o negros, los intensos delineados de ojos y los labios más llamativos (en rojo pasión, por ejemplo) son los grandes protagonistas de la noche.
– De compras: Utiliza un maquillaje sencillo que te dé el típico look ‘arreglado pero informal’. Para conseguir que los cosméticos se fundan con tu imagen más natural debes utilizar un poco de base en tu color, iluminador, blush y una mirada natural con tonos claros y nude y un toque de rimmel negro.
– Citas románticas: Busca ser dulce y sensual a la vez a través de un maquillaje en que los tonos rosados, los violetas y los rojos toman el protagonismo tanto en mejillas como en labios. Los ojos deben ser naturales pero intensos gracias a las sombras rosadas y nacaradas, al eye-liner y al rimmel.