Además de unos cuerpos esculturales que se convierten en la envidia de cualquier mujer, las increíbles tops de Victoria’s Secret tienen un rostro que las ha hecho capaces de convertirse en los ‘ángeles’ caídos del cielo de la marca.
Aunque sus rostros son los primeros que merecen nuestra admiración, también lo es un maquillaje que las hace lucir sexys, dulces e inocentes a la vez. Si te gustaría maquillarte como ellas toma nota de nuestros consejos y lograrás ese look tan sensual que las caracteriza.
El primer paso para alcanzar esa perfección es escoger la base de maquillaje más adecuada a tu rostro, no solamente en lo que al tono de piel se refiere sino también en cuanto a las texturas que más pueden favorecer a tu tez en función de su tipo (seca, mixta, grasa o normal). Esta es la primera base para corregir esos defectillos de la piel que no nos gustan, por lo que debemos prestarle especial atención.
Cualquiera de ellas luce siempre un rostro joven y luminoso, lo que se consigue gracias al uso de algunos productos capaces de ocultar nuestras pequeñas imperfecciones y potenciar nuestros mejores rasgos. En el diccionario de la cosmética, esto se traduce en los imprescindibles correctores e iluminadores para el rostro.
El blush rosado o melocotón se impone sobre los tostados y los más intensos bronceados para proporcionar a sus modelos un aspecto más suave, saludable y natural.
Es en la mirada donde encontramos una variedad de estilos más notable, y es que por lo general encontramos dos tendencias muy distintas: la primera apuesta por el romanticismo gracias al uso de tonos muy claritos o pastel sencillamente acompañados por eye liner (en la línea superior de las pestañas) y rimmel, mientras que cuando se busca un aspecto más picante y sofisticado los tonos oscuros (marrones, grises, negros, etc.) en sus versiones ahumadas tomarán el protagonismo.
Los labios son la clave para garantizar ese toque natural y dulzón independientemente del estilo utilizado para los ojos: los tonos nude con o sin brillo y por supuesto los tonos rosados son ineludiblemente los encargados de rematar ese aspecto angelical que contrasta con sus picantes estilismos.
