Mónica Naranjo es una de esas cantantes que ha sido tocada con la varita mágica que le ha otorgado ser poseedora de una voz excelente y que ella ha sabido modularla y dominarla como sólo las más grandes estrellas lo llegan a hacer. Esto le ha dado la oportunidad de realizar diferentes trabajos musicales en los que ella siempre ha estado a la altura, dando la talla en todos los aspectos requeridos para triunfar.
Por si su chorro de voz no fuera suficiente, Mónica siempre ha sido muy seguida y admirada también por los continuos cambios de look a los que se somete para interpretar cada trabajo que pone en escena, una imagen muy lograda y que nunca pasa desapercibida. Eso mismo ha vuelto a ocurrir con su nuevo espectáculo “Madame Noir” que estos días está paseando por distintos teatros españoles con gran éxito de público y crítica. Un éxito seguro merecido.
“Madame Noir” nos traslada a los años 40, aquellos más glamurosos y dorados del cine negro, y su papel representa a una fascinante, seductora y caprichosa diva, algo que requiere de un estilismo muy definido y que Mónica luce de un modo espectacular. Tanto la peluquería como el maquillaje elegido definen a la perfección el representativo look fatale de aquella época. Su cartel promocional nos muestra a una sugerente diva de piel clara, melena castaña ondulada y unos fuertes labios rojos pasión que casan a la perfección con el color de sus uñas.
La regresión a aquellos años viene mucho más marcada en el transcurso de la obra, donde podemos ver a Mónica Naranjo con una corta melena propia de aquel tiempo, peinada con raya al lado, raíz muy pegada y volumen en las puntas a modo de onda vuelta. Casualmente un estilo que es pura tendencia urbana este año. No podemos obviar el protagonismo que también tienen sus ojos, totalmente maquillados con técnicas de eyeliner que también nos devuelven la magnética mirada de las divas de antaño.