La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Recuerdo claramente, como si hubiera sido ayer, el día en que Sir Paul McCartney se quedó viudo de su primera esposa, Linda, y yo creí que su vida terminaba ahí. Poco después, el exBeatle se casó con Heather Mills, y poco después protagonizaban uno de los divorcios más difíciles, con bebé de por medio.
Pues bien, cuando pensamos que, cerca de cumplir los 70 y con semejante historial amoroso Paul se dedicaría a la soltería eternamente, va ayer y le da el “sí quiero” a Nancy Shewell, una rica heredera, amiga de su fallecida primera esposa, y con muy buena relación con el entorno más directo del cantante.
Fruto de esta buena relación, Nancy Shewell lució un vestido de novia creado por Stella McCartney, hija de su recién estrenado marido, quien también se ocupó de organizar el catering y todo lo relacionado con la celebración de esta unión. Tanto en maquillaje como en peluquería, la ya señora McCartney llevó un estilo muy natural, a la altura de la sencillez del vestido y también de la discreción con la que quisieron celebrar este importante día.
En su rostro, Nancy lucía una base muy clarita, casi blanca, y con un efecto mate total, sobre la que aplicó un suave rubor rosado, solamente sobre el redondo de las mejillas. Para sus ojos, un enmarque total de ambas rayas, muy al borde de las pestañas, a las que dio longitud con una máscara que también las separa. En el párpado móvil, la recién estrenada moda de la sombra en crema en tonos maquillaje, que iguala el tono de la base para disimular venitas, sin aportar color.
Última moda también en sus labios, donde pudimos apreciar un sutil perfilado en un rosa un tono más alto que el elegido para el labial. Como moderna es también la melena suelta, con raya al lado, adornada simplemente con una flor. Suerte a los dos.