Andalucía es cuna de grandes artistas, algunas incluso a nivel mundial como es el caso de nuestra internacionalísima Paz Vega. Actriz muy conocida y valorada desde hace años tanto por su talento como por su racial belleza. Una belleza que dicen viene por parte materna y que también ha heredado la hermana pequeña de la actriz, la cantante Sara Vega. Un nuevo talento del panorama musical español desde 2010 pero que se lo lleva currando desde muy pequeñita.
Sara se inició en el mundo artístico como bailaora, un arte al que le sumó el canto y con el que se dio a conocer gracias a Alejandro Sanz, primero poniendo su bonita voz en los coros, y posteriormente lanzando su primer disco en solitario. Dos años después, Sara vuelve a presentar nuevo trabajo con una imagen mucho más madura y sofisticada. Un trabajo muy elabora y que la muestra muy diferente a su apariencia y estilo habitual.
Como puedes ver en la imagen de la izquierda, Sara muestra unos rasgos muy propios del sur: larga melena en negro azabache y uno ojos muy almendrados y aún más oscurecidos al enmarcarse bajo el flequillo tan pronunciado. Este es su estilo habitual y que no deja ninguna duda del gran parecido que le une con su famosísima hermana Paz, un parecido que se hace mucho más notorio cuando la ves en movimiento, tanto actuando como en las entrevistas.
En la imagen de la derecha vemos a una mujer completamente diferente. El pelo toma una tonalidad berenjena muy bonita, pero que la aleja por completo de su característica más racial. El estilo de maquillaje también es más sofisticado y muestra unos párpados en tonos nude levemente difuminados, que le otorgan más claridad a los ojos. Esta última semana Sara ha vuelto a recuperar el color habitual de su melena y, personalmente, creo que ha hecho bien, pues me gusta muchísimo más la imagen a la que estábamos acostumbrados.