Un año más, la Navidad ya está mucho más cerca de lo que nos parecía, y aún así, llegarán las fechas claves, donde lo habitual es intercambiarse los regalos, y a más de una nos cogerá pendientes de las compras de última hora. Entonces es cuando vamos corriendo a una perfumería y le decimos a la dependienta que nos venda un “perfume cualquiera o una cesta con cosméticos”.
Las cestas navideñas con artículos de perfumería son uno de los regalos estrella de estas fechas, pero, también os puedo asegurar que también es uno de los que registra un mayor número de cambios y/o devoluciones; por algo será, ¿no? Este dato es el que ha llamado mi atención y por el cual me he planteado hoy escribir este post con unos consejitos sobre las cestas de cosméticos en Navidad.
En primer lugar, la perfumería se desglosa en 3 áreas diferentes: higiene, tratamientos y maquillajes. Es fundamental que tengas una idea preconcebida de cuál de las 3 quieres regalar, y evitar así un horrible batiburrillo de productos sin sentido, como si te hubiera tocado en una tómbola. Otro punto a tener en cuenta es la edad de la persona a quien va dirigida, así como la confianza que tienes con ella y, especialmente, la certeza de que ese regalo le va a gustar.
Este punto es muy importante, puesto que hay gente que cuando recibe cremas anticelulíticas, antiarrugas, o similares, lejos de alegrarse, se lo toma como una indiscreta indirecta; así como jabones, desodorantes, etc., causan el mismo efecto. Para evitar un malentendido similar, conviene conocer la marca de productos que utiliza siempre la agasajada, por lo que ese regalo será una señal de que estás pendiente de todos los detalles.