Pasamos horas delante del espejo maquillándonos y peinándonos, pero muchas veces no somos conscientes de que con unos sencillos gestos podemos conseguir grandes cosas. De hecho, solemos cometer varios errores durante la rutina diaria que nos hacen levantarnos día a día con mala cara sin saber por qué.
En Maquilladas queremos que esto no vuelva a pasarte nunca más, así que vamos a darte una serie de consejos para que siempre te levantes descansada y bella. Así que ya sabes, prepara lápiz y papel y toma nota de todo lo que vamos a contarte a continuación.
Desmaquillarse
La regla número uno para despertarse cada mañana con buena cara, y que muchas no cumplen, es la de quitarse el maquillaje antes de irse a la cama. Si el maquillaje se queda toda la noche en nuestra piel, los poros se obstruyen, lo que finalmente casusa la formación de granitos.
Además, no desmaquillarse tiene consecuencias directas sobre el envejecimiento prematuro de la piel. Limpiando el cutis no solo se libera el maquillaje, consiguiendo que la piel pueda respirar, sino que se eliminan las células muertas, el exceso de grasa y todos los residuos de la contaminación del ambiente.
Hidratación
Otra de las claves es la hidratación desde dentro. Para que la piel se mantenga hidratada se debe beber mucha agua durante el día. Por supuesto, es importantísimo aplicar crema en piernas, brazos, cuello y pecho. Para el rostro, es imprescindible escoger un producto que se adecúe a tus necesidades (piel mixta, grasa, arrugas…).
Dormir boca arriba
Para despertar perfecta cada mañana es recomendable dormir boca arriba, ya que algunos estudios han descubierto que al hacerlo de lado o boca abajo, la piel que se queda sobre la almohada es más propensa a tener arrugas. Y si te resulta imposible conciliar el sueño en esta postura, lo mejor es que uses un cubre almohadas de seda, ya que este material reduce considerablemente la posibilidad de que salgan arrugas.
Cabello alto
Por último, te aconsejamos que antes de irte a la cama te recojas el pelo en una cola alta o un moño para evitar que a la mañana siguiente no parezca el de una loca. Si quieres despertar con ondas suaves, lo mejor es que hagas una trenza sin apretar mucho.