Lucir una piel hermosa supone partir de la base de que la misma se encuentre en plenas condiciones de salud, y es que es imposible tener un aspecto estético si no proporcionamos unos cuidados mínimos a nuestro rostro.
Aunque es aplicable a todo tipo de cutis, la cuestión es todavía más importante cuando de pieles complicadas como las mixtas se trata: extremos contrastes, grasa y aparición de puntos negros atormentan a las personas que la poseen y las obligan a mantener unos cuidados muy constantes.
¿Quieres saber algunos trucos para mejorar su estado y su aspecto? ¡Toma nota!
Características por un fuerte contraste entre zonas secas y otras grasas que se acumulan de forma especial en la conocida zona T (frente, nariz, y mentón), las pieles mixtas necesitan unos cuidados especiales y requieren de tu maña y tus conocimientos para ser disimuladas.
Limpieza
Lo mejor será utilizar productos no oleosos (sin aceites) que eviten una mayor sensación de grasa en la piel pero sin caer tampoco en el uso de jabones demasiado agresivos que perjudiquen a las zonas más secas. Lo mejor para evitar el exceso de sebo sin dañar el resto de la piel es realizar un par de veces por semana una mascarilla de arcilla blanca sobre la zona T y una general con cuidado de que no sea demasiado agresiva para las zonas más sensibles del rostro.
Cremas cosméticas
El problema para escoger la crema ideal es que tiene que cubrir las necesidades de ambas zonas, por lo que deberá nutrir e hidratar las partes secas eliminando la grasa de la zona T. Utiliza cremas específicas para pieles mixtas, especialmente aquellas de tipo emulsión o gel, ligeras y libres de aceites. Después puedes utilizar una astringente específica para regular la grasa de la zona T.
Maquillaje
Si quieres reducir el incómodo efecto brillante de tu piel también puedes echar mano del maquillaje, que te ayudará a disimularlo en buena medida. Escoge bases de maquillaje con texturas ligeras y matifica el rostro aplicando algunos polvos traslúcidos sobre la ya mencionadísima zona T para evitar los brillos que produce el exceso de sebo.
Con lo anterior conseguirás equilibrar tu cutis y lucir así una piel más lisa, sin poros, puntos negros ni brillos y, sobre todo, sin perjudicar las zonas más frágiles.