Muchas mujeres de todas las edades sueñan con tener un cutis fresco y luminoso, algo que se puede conseguir ofreciéndole a la piel una serie de cuidados que abarcan cremas de tratamiento adecuadas, maquillajes que contribuyan a aportar luz y también seguir unos buenos hábitos de belleza. Estas rutinas son especialmente importantes los meses de invierno, ya que es cuando la piel se muestra más desvitalizada.
Si quieres conseguir un cutis fresco y luminoso, aquí encontrarás la forma de lograrlo:
– Con exfoliantes: despegan las células muertas causantes de ese tono apagado de la piel. Si tu piel es fina y/o sensible no conviene que los utilices microgranulados, te conviene más usar alguno biológico y evitar así irritaciones y enrojecimiento.
– Con despigmentantes: se encargan de aclarar las manchas oscuras, devolviéndole al rostro un tono uniforme.
– Con cremas que lleven hidroxiácidos: su acción es más profunda que la de una exfoliante, ya que se trata de una versión cosmética de los peelings químicos que utilizan los dermatólogos. Conviene utilizarlas por la noche ya que pueden enrojecer ligeramente la piel.
– Con cremas energizantes: son cremas de día o de noche que además de hidratar contienen activos que aportan energía al corazón de las células y estimulan la microcirculación. Algunas contienen ingredientes iluminadores, como polvo de perlas, que proporcionan un buen aspecto de inmediato.
– Con ampollas flash: aunque su objetivo principal es tensar la piel y mostrarla más lisa, este hecho trae como consecuencia que el cutis refleje mejor la luz que recibe y por tanto, se muestre más luminoso.
– Con iluminadores: contienen partículas reflectantes que irradian luz. Conviene utilizarlo en zonas como el arco de la ceja, el lagrimal y sobre los pómulos. Se aconseja no abusar de la cantidad, ya que daría un aspecto altamente artificial.