Todas sabemos que cuando acudimos a algún tipo de evento debemos meter en nuestro bolso algún artículo de retoque de maquillaje. Esto suele afectar especialmente a los labios, los más propensos a borrarse por causas obvias y que podemos retocar en cualquier momento. Pero hay otros aspectos que debemos vigilar antes de maquillarnos para conseguir que el maquillaje dure más tiempo en la piel, evitando así que con las horas vaya desapareciendo y mostremos mal aspecto.
Para conseguirlo, debemos limpiar bien la piel antes de empezar a maquillarnos. Esta limpieza debe terminar con un tónico astringente, preferiblemente que contenga agua de rosas, hamamelis o zinc, ya que te ayudarán a cerrar el poro y así prevenir el exceso de transpiración. Pásalo por toda la cara si tienes la piel grasa, o sólo por la zona T si la tienes mixta. Del mismo modo, utiliza cremas hidratantes equilibrantes, así conseguirás aportar la cantidad justa de agua.
Antes de maquillarte, especialmente para ocasiones muy destacadas, puedes utilizar una ampolla flash. Este tipo de productos te proporcionan un efecto buena cara de inmediato y también ayudan a fijar el maquillaje, evitando que éste desaparezca con las horas. El maquillaje, a su vez, ha de ser de los denominados “oil-free”, que son los que te proporcionan un acabado mate y evitan así la aparición de brillos. Aplícalo también en los párpados y los labios, así conseguirás que tanto sombras como barras aguanten más tiempo y no se corran.
Después de la base de maquillaje, date un toque de polvos translúcidos por todo el rostro. Este detalle no varía el tono que has elegido, pero es un gran fijador. Además, después podrás eliminar mejor restos de sombra en polvo que te hayan caído, así como también facilita que la brocha del colorete se deslice con mucha más facilidad, evitando concentraciones de producto.