Son muchas las ocasiones en que notas como todas las herramientas que utilizas para peinarte, depilarte y maquillarte se van deteriorando o, aún peor, conservan su buen aspecto pero no te dan buenos resultados. En principio, y a pesar de la crisis, te recomiendo que no escatimes a la hora de comprar ciertas piezas como pueden ser los alicates de manicura, las pinzas de depilar o las tijeras para cortar el pelo (si es que te retocas tú misma el flequillo o alguna punta). En este sentido, yo prefiero adquirir estos productos en tiendas especializadas, las mismas que surten a profesionales ahora también atienden, en su mayoría, a todos los públicos. Hay perfumerías que tienen marcas de calidad, entre ellas yo destacaría Solingen y Los 3 claveles.
El mantenimiento de las piezas de metal es tan simple como conservar las fundas plásticas en las que se venden, procurar colocarlas siempre con la punta hacia arriba, ya que el roce diario desgasta, y por supuesto, si lo guardas en cajones, mirar que no rocen unas con otras. Su limpieza pasa por una bolita de algodón que desinfecta y no ralla. Y muy importante: usa cada herramienta única y exclusivamente para su fin. Si rascas un poquito de cera con las pinzas o cortas un solo hilo con la tijera de pelo, jamás recuperarán su eficacia. Son piezas extremadamente sensibles.
En cuanto a borlas, pinceles y demás útiles de maquillaje, lo esencial es el buen uso. Acostúmbrate a llevar siempre un clínex en tu neceser y limpia los restos después de cada aplicación. Si en tu tocador colocas los pinceles en un tarro, también deberán ir con el pelo hacia arriba, de lo contrario, se deformarán. En cuanto a su limpieza, los puedes lavar con agua y jabón, el mismo que utilizas para las manos. Aclara muy bien y procura no secar con toalla. Busca el modo de colgarlas boca abajo, sin tocar suelo, para que sequen recuperando su forma.