Cómo aplicar la base de maquillaje


La base del éxito del maquillaje comienza precisamente por eso, por una buena base. Para conseguirlo es imprescindible saber cómo elegirla, aunque sin duda es también crucial la manera en la que lo aplicamos.

Posiblemente hay quienes ni siquiera se lo hayan planteado, pero existen algunos trucos para conseguir un fondo perfecto sobre el que trabajar, con el maquillaje perfectamente unificado y evitando las antiestéticas manchas que a menudo quedan en el rostro.

Para conseguirlo, comienza por preparar la piel antes de maquillarla. Lávate la cara con agua fresca para eliminar cualquier tipo de suciedad, aplica una crema hidratante sobre el rostro y déjala secar durante aproximadamente un minuto (para que no esté como recién puesta pero tampoco se haya absorbido por completo). La crema ayudará, además, a que la base pueda esparcirse con mayor facilidad.

Comienza por distribuirla por el centro del rostro, desde la nariz hasta los pómulos y deslizándola después por la frente, las sienes e incluso los párpados y haciendo especial hincapié en los perfiles del rostro para asegurarte de que no queda el antiestético efecto máscara. Debes tener especial cuidado también en las raíces del cabello y cerca de las cejas.

Piensa que no todas las zonas necesitan la misma cantidad de maquillaje, por lo que debes aplicar solamente lo imprescindible en cada una de ellas para no asfixiar la piel; de hecho, puede haber algunas que apenas requieran.

Aunque muchas personas tienen la costumbre de utilizar la esponjita para aplicarla, algunos profesionales aseguran que es mejor hacerlo con tus propios dedos ya que el calor de éstos hace que la base se funda mejor en la piel.

Si quieres un resultado impecable, aplica polvos fijadores que favorecerán una mejor aplicación del rubor y que además conseguirán que tu maquillaje se mantenga durante más tiempo.

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