La palabra “bonito” unida a “pelo” no se refiere sólo al aspecto que pueda otorgarle a tu cabello el corte de pelo más moderno que acabas de realizarte, ni tampoco un color espectacular. Un pelo bonito es mucho más que eso, es un pelo cuidado, sano, lleno de vida y de brillo.
Para conseguirlo, es tan fácil como seguir unas sencillas pautas de fácil hábito, y desprenderte de otras que no estaban ayudando tanto a conseguir este fin. En primer lugar, somos lo que comemos, por lo que una alimentación sana y equilibrada, con un gran aporte en frutas y verduras, será un aliado fundamental para que tu pelo refleje tu buen estado de salud.
Este buen hábito alimenticio lo notarás, no sólo en la fuerza que recobrará tu cabello, sino también en el estado de tus uñas, que se mostrarán mucho más duras e inquebrantables. Del mismo modo, el tabaco y el alcohol también se reflejan en la salud y aspecto de tu cabello.
En cuanto a los cuidados físicos del cabello en sí, es fundamental lavarse el pelo con la asiduidad que sus características solicitan, proporcionándole así un buen estado desde el cuero cabelludo, en que nunca podrá encontrarse un ápice de grasa ni de caspa. Para ello, no es tan importante la frecuencia del lavado, como los productos que utilices en el mismo.
Elige el champú que mejor se adapte a tus necesidades, pero vigila ingredientes como el pH y demás aditivos que pueden resultar muy agresivos para tu caso en particular. Del mismo modo, no abuses continuamente de productos químicos, puesto que un uso excesivo perjudica seriamente la salud de tu cabello.
Por último, procura no abusar tampoco de coletas o moños excesivamente tirantes y ceñidos; dañan tanto la raíz por la tirantez, como provocan rotura por lo ceñido. Del mismo modo, procura no tocar el pelo continuamente, haciendo tirabuzoncitos u otro tipo de juegos; este hecho sólo te lleva a una posible rotura y a una segura suciedad o grasa que no deseas.