Bases correctoras coloreadas


Para tener un rostro perfecto, el primer paso es aplicarnos una buena base correctora. Este producto hace posible que desaparezcan los errores o defectos de nuestra piel y, por otro lado, realza nuestros puntos más fuertes. Las bases unifican y aclaran nuestro cutis, dejando un aspecto luminoso, liso, mate y homogéneo.

Así que si no tienes un cutis perfecto, como nos pasa a la mayoría, y presenta manchas, partes más rojas o tu piel está un poco amarillenta, la solución está en que te apliques un poco de este milagroso producto. Además, existen bases correctoras de diferentes colores para que puedas escoger la que mejor vaya contigo, dependiendo de varios factores. ¡Descúbrelas!

En primer lugar, antes de elegir el color de la base tenemos que tener claro los efectos que queremos conseguir con ella. Además, hay muchos aspectos que tenemos que considerar, como el color natural de la piel o el grado de luminosidad que tengamos. Para conseguir un cutis perfecto existen diferentes colores:

Blanco: crea una película sobre la piel, consiguiendo la unificación del color. Además, aporta luminosidad y transparencia a la piel.
Beige: es muy eficaz para corregir las arrugar e imperfecciones que no requieren corrección de color importante.
Rosa: es ideal para iluminar las pieles cetrinas, es decir, verdosas. Además, unifica el cutis apagado y proporciona resplandor a las pieles que lo necesitan
Amarillo: es el color perfecto para iluminar el rostro y corregir las pequeñas imperfecciones de color rojizo, como granitos o las venitas rojas dilatadas en la cara. También corrige los tonos violáceos.
Verde: corrige las imperfecciones rojas con más eficacia que el amarillo, aunque no ilumina el rostro.
Malva: es un color muy válido para iluminar y unificar el rostro. Está muy recomendado para pieles cansadas o que son muy claras.
Azul: es muy recomendable para la noche sobre pieles mates u oscuras.

Deja una respuesta