Por lo general, todo el mundo le teme a la famosa cuesta de enero, una época del año en la que, lógicamente, los gastos típicos de las fiestas de esas fechas se disparan; pero no por ello podemos dejar pasar por alto otra época que también es digna de temer, y ésta es la llegada de septiembre, un mes en el que la vuelta al cole le da una buena sacudida a todas las carteras.
Septiembre es uno de los meses más duros del año, ya que entre material escolar, uniformes (o ropa para el colegio), calzado, etc., se te va un sueldo del tirón, si a eso le sumas alguna actividad extraescolar o que se te fue la mano un poquito en vacaciones, el resultado es un horror. Para más inri, es la fecha en que terminan las rebajas, así que si no eres previsora, ahora te encuentras con la necesidad de hacerte con artículos de higiene y belleza y te da pánico “pasar por caja”.
De cualquier manera, y a pesar de la crisis que estamos sufriendo, creo que, aunque suene contradictorio, es una buena época para comprar cosméticos y artículos de maquillaje, ya que son muchas las empresas que lanzan desde producción infinidad de packs promocionales con el fin de animar al consumidor con la técnica de llevar 2 productos al precio de 1, o incluir complementos como la mascarilla al hacerte con el champú.
Del mismo modo, son diversas las cadenas de perfumería que también incitan al cliente con promociones exclusivas, donde te ofrecen vales con un porcentaje de lo comprado y poder canjearlo en compras posteriores, o también donde te cobran los 2 productos más caros de los 3 que te llevas.
Aprovechar lo que ya tienes en casa también es muy útil, acostúmbrate a hacer mezclas con tus productos, y así poder bajar el tono de un maquillaje que ahora te resulta muy fuerte, o sácale partido aplicando una gotita en tu hidratante habitual, convirtiéndola así en una crema con color, e impedir que ese maquillaje te caduque.