De todas las técnicas más actuales que hay para pintarse los ojos, hay una que está destacando por encima de las demás: el enmarcado completo. Consiste, tal y como su nombre indica, en crear un marco alrededor del ojo, de modo que no tenga principio ni fin, puesto que va igualmente unido en la zona del lagrimal y en la de los extremos exteriores.
El efecto que produce es de muchísima intensidad, especialmente si lo realizas en colores como el negro o el azul. Además, una vez hayas aprendido a dominar esta técnica, podrás utilizarla para acompañar todas las sombras de ojos que te apetezcan, aunque en el caso de hoy la veremos con tonos nude, los encargados de proporcionarle al párpado un actual efecto desnudo.
Aplicación de las sombras
A la hora de maquillar los ojos, hay quien aplica primero el lápiz y luego las sombras, así como también hay quien lo hace justo del revés. Para realizar un enmarcado completo es mejor dejar el lápiz para el final, a no ser que quieras darle al trazado un acabado brillante o difuminado.
Dicho esto, empieza por aplicar la sombra más oscura en el párpado móvil, llegando a tomar ligeramente parte del fijo. A continuación, utiliza el tono más claro para cubrir el arco de la ceja. Mezcla un poquito ambas tonalidades para que no se note el salto de manera muy exagerada.
El enmarcado
Ahora coge el lápiz (o si lo prefieres, eyeliner) con el que hayas decidido realizar el enmarcado completo. Empieza por el párpado superior, y traza una línea que vaya desde el lagrimal hasta el extremo contrario. Si no eres capaz de hacerla de un tirón, puedes ir parándote, pero nunca vuelvas atrás. Cuando hayas terminado todo el trazo, puedes volver para retocar algún fallito y corregirlo dándole algo más de grosor.
Realiza el mismo trazado en la raya inferior, atendiendo especialmente a la unión del lagrimal, la cual completarás pintando también la raya por dentro. Une también los dos trazos en el extremo exterior del ojo, puedes hacerlo de un modo sutil o con un rabillo más pronunciado. En cualquier caso, procura que el nacimiento de las pestañas quede siempre muy pintado. Por último, aplica una máscara que te aporte aún más intensidad.