A veces ocurre que renovamos nuestro kit de maquillaje al cambiar de temporada, esto a veces nos lleva a guardar artículos que van quedando olvidados al fondo de un cajón. De repente, un día decides hacer limpieza y te encuentras con un montón de cosas que se han ido estropeando o caducando. Este año tienes más fácil que eso no vuelva a ocurrir, ya que podrás aprovechar en invierno bastantes cositas que compraste para el verano.
Esta temporada se van a llevar un montón las sombras nacaradas, y es posible que tengas alguna de estos meses en tonos verdes o rosados. Aplícalas sobre el párpado móvil con un ligero gesto, para que el tono sea en realidad un sutil reflejo. Para ello conviene que la base del párpado esté trabajada con un tonito suave que no intensifique el pigmento de la sombra. Del mismo modo, úsalas en seco, ya que si la humedeces se notará mucho más.
Destaca alguna zona con colores más propios de esta época, como por ejemplo el morado. Este tono llamará la atención sobre los claros, y podrás usarlo también como difuminador para el párpado inferior. Los polvos de sol es mejor que los apures durante el otoño, como prolongación del bronceado, aunque si no los has terminado podrás ponértelos todo el año, pero aplicado como colorete, no exagerando el tono del cutis. Puedes dar un brochacito ligero por todo el rostro, pero solo para obtener un bonito efecto buena cara.
En cuanto a las barras de labios, lo tendrás mucho más fácil. Los rosas son siempre un color que se usa un montón en verano, pero este año se verán también en invierno. Puedes usarlas solas o mezclando varios tonos hasta lograr el matiz que más te favorece. Procura conseguir siempre un acabado jugoso e hidratado, algo que estas tonalidades suelen traer consigo. De no ser así, completa tu look con un toque de gloss transparente.