Las condiciones climáticas, los productos de higiene y cosméticos, el sol, el agua de la piscina… Son muchos los factores que pueden incidir en que nuestro cabello se vea cada día más estropeado y sin vida.
No obstante, una vez ocurre esto ya no es momento de culparse por lo que hemos hecho o dejado de hacer a nuestro cabello, sino que hay que intentar salir lo antes posible de esta espiral que os hace continuar descuidando el cabello y ponernos manos a la obra con el saneamiento de la melena.
El primer consejo que todas ya conocemos es el de cortar el pelo, ya sea un buen corte de melena o un simple repaso de las puntas y del flequillo para eliminar las zonas que suelen estar más estropeadas.
Escoge muy bien los productos y asegúrate de que son aptos para tu tipo de pelo y para las condiciones en las que se encuentra en este momento, pues utilizar champús, acondicionadores y mascarillas que no son aptas para el cabello puede resultar contraproducente.
Si después de probar todo esto todavía encuentras tu cabello seco, áspero y estropeado en general no está de más que tengas en cuenta los remedios caseros de la abuela, que con productos naturales siempre han conseguido resultados muy efectivos.
Uno de los más tradicionales es el siguiente: Mezcla dos yemas de huevo, el zumo de medio limón y una cucharada de vinagre y aplica la mezcla suavemente con un masaje capilar. Entonces déjalo reposar en el cabello durante 30 minutos para suavizar y dar más brillo al cabello.
¿Tienes algún truco especial para sanear tu cabello? ¡Comparte con nosotras tus secretos!