La base fundamental de una piel bonita siempre es el mantenerla perfectamente limpia e hidratada. Dos rutinas de belleza de las que no puedes prescindir y que favorecen un óptimo resultado de los tratamientos antiedad que te apliques posteriormente. Hoy hablaremos de los diferentes tipos de limpiadores faciales que podrán ayudarte a presumir de un cutis bonito, cuidado y libre de impurezas. Unos productos que deberás emplear mañana y noche en algunos casos, y en ocasiones puntuales si se trata de exfoliantes y mascarillas.
– Con aclarado: puedes encontrar limpiadores con textura gel, espuma, jabón o aceite. Todos ellos necesitan ser retirados con agua y son de máxima efectividad. Están recomendados para ser utilizados incluso en el caso de querer eliminar los maquillajes más resistentes, aquéllos denominados como waterproof o de larga duración. Son muy buenos también para limpiar pieles grasas y acneicas. Están formulados con ingredientes suaves que no irritan ni resecan la piel.
– Sin aclarado: aguas micelares, leches y cremas desmaquillantes son la mejor opción para pieles secas, maduras y/o sensibles, ya que incluyen activos suavizantes, hidratantes y energizantes. Su uso es muy conveniente en estaciones de frío y viento, ya que dotan al rostro de una fina capa protectora que lo previene de sequedad.
– Exfoliantes: productos que incluyen microgránulos que eliminan las células muertas y favorecen la renovación celular. También son favorables para alisar la superficie de la piel y mostrar un tono más uniforme. Existen fórmulas suaves indicadas para uso diario, así como otras son para espaciar en el tiempo, ya que su abuso podría provocar corrosión.
– Mascarillas purificantes: su fórmula a base de arcillas actúa como un limpiador absorbente en pieles grasas y mixtas. Un producto de uso quincenal que te ayudará a mantener el equilibrio de la piel, los poros limpios y desobstruidos, y también limitará la aparición de brillos en el cutis.