Esta noche pasada se acaba de vivir una nueva edición de los premios Goya, el mayor galardón español al que pueden optar todos los profesionales del mundo del cine. Hay quien define los Goya como los Óscar españoles, y por lo tanto, toda la parafernalia que envuelve este evento es digna de la más grande de las galas. La alfombra roja española también es pasarela de grandes estrellas nacionales e internacionales.
De entre todas ellas, hoy cabe destacar la presencia de Silvia Abascal. Hemos visto crecer a esta niña actriz hasta convertirse en una bellísima mujer. El pasado mes de abril Silvia sufría un ictus que la tuvo apartada de la vida pública y del que aún hoy se está recuperando. Diez meses después de aquel susto, Silvia reapareció en la gran noche del cine español tan guapa, sonriente y educada como siempre. Grandísima la ovación que recibió de todos sus compañeros. Muy emocionante.
Con un precioso vestido rosa palo de encaje y pedrería de Lorenzo Caprile, Silvia acudió muy elegante a la gala para la que decidió mostrar su melena suelta. Raya al medio y color en degradé es lo que más destacó, y por supuesto, el aire desenfadado que ahora tanto se lleva cuando luces el pelo suelto. Muy bonitas las cejas, exactamente como se llevan ahora: muy limpias, y depiladas tan sólo lo justo para dibujar una forma natural. El aspecto general de su rostro era muy favorecedor.
Silvia lució un maquillaje impecable, en el que se logró un tono de cutis igualito al de la piel natural de su cuerpo. Maquillada completamente en tonos nude, lució un discreto difuminado en los extremos del párpado superior, a juego con una bonita sombra en tonos crema. Muy natural también el color de los labios, en un tono maquillaje alto a la par que discreto. Más allá de la alegría de volver a verla, Silvia también deslumbró porque estaba impecable. Ahora sólo queda desearle una recuperación total.