En ocasiones hablamos de los errores más comunes que cometemos muchas mujeres a la hora de arreglarnos, tanto en maquillaje como en peluquería; lo que ocurre a veces, es que si estos errores los trasladas a gente mayor, parecen mucho más notorios, aunque no los reúna absolutamente todos en una misma imagen.
Dicen que “el que tuvo, retuvo”, y la verdad es que hemos visto madurar a muchas famosas con suma elegancia y gusto, pero también es verdad, que en otras ocasiones, algunas parecen querer aferrarse a aquella imagen de mito erótico que llegó a ser algún día. Este último punto es, en mi opinión, el error más grande que puede cometer una persona, tratar de luchar intempestivamente contra el paso del tiempo.
Del mismo modo que hay ropa para cada etapa de tu vida, con el maquillaje también debemos tomar las mismas medidas. Para que te hagas una idea del concepto que quiero transmitir, hoy ilustro este post con una imagen actual de Sara Montiel, que pretende maquillarse igual que en sus “años mozos”, como puedes ver en la portada del álbum “A flor de piel”.
Personalmente, apoyo a quienes dicen que Sara fue uno de los rostros más bellos de la farándula española, lo que no quiere decir que a los 80 años puedas pretender que unos enormes trazos de lápiz negro estilicen la forma de tus ojos, bastante alicaídos ya por el paso del tiempo. Y, por supuesto, el hecho de utilizar sombras de colores vivos y, por encima, con brillos y purpurinas, causa un impacto bastante negativo.
Lo mismo ocurre con los labios, perfilados con un error del “pleno al 15”, tanto por el color, como por el grosor, como por la forma que delata líneas irregulares casando unas con otras. Y todo ello, en unos tonos rojos y rosas demasiado fuertes, algo que, a esta edad, ya es casi prohibitivo.