Cuando hablamos de rutinas de belleza, es una forma de referirse a cuidados específicos para lograr un aspecto saludable y cuidado, que nada tiene que ver con lo más o menos guapa que sea una persona, sino con la calidad de su piel, la luminosidad, elasticidad, y otros factores que te llevarán a lucir lo que conocemos como “buena cara”.
En este sentido, la zona de los ojos es de gran relevancia, pues casi todo lo que nos pasa en el día a día se ve reflejado en ellos: si has llorado, si no has dormido bien, si estás cansada… puede que de ahí venga el dicho de “que los ojos son el espejo del alma”.
Todos los elementos que componen esta fracción de nuestros rasgos necesitan una serie de cuidados especiales, nada cansinos ni laboriosos, y que siempre te ayudarán a tener mejor semblante, incluso si vas de cara lavada. Así que, manos a la obra, y a cuidar con detalle tanto piel, como cejas y pestañas.
Cada mañana es importante lavarse bien la cara, empleando limpiadores específicos para esta zona tan delicada y que no irriten, así mismo, después de limpiar siempre hay que equilibrar, para lo que utilizarás un tónico que alivie y refresque el contorno de tus ojos.
Como tratamiento, yo soy partidaria de utilizar un poco de sérum como base, y aplicarlo a pequeños toques que faciliten la microcirculación. A continuación, una crema específica para el contorno de ojos, preferiblemente con algo de efecto tensor, puesto que se nota de inmediato y actúa también como tratamiento antiarrugas de continuidad.
En cuanto a las pestañas, ojito con dormir con el rímel puesto, eso es algo que no puedes hacer nunca, ya que las vas debilitando poquito a poco; más bien, deberías poner en ellas, cada noche después de limpiarte, alguna crema que te ayude a fortalecerlas y darles grosor.
Del mismo modo, cuida bien la depilación de las cejas, un factor fundamental para lucir una buena imagen. Procura depilar los pelitos sobrantes exclusivamente, ya que cada vez más se está viendo una ceja bastante completa, aunque delineada y muy femenina.