Como cada año, la Mostra de Venecia reúne a un gran número de celebrities relacionadas con el mundo del cine, ocasión que nos sirve para coger algunas ideas y tendencias. Entre todos los asistentes, hubo una persona que llamó la atención de un modo espectacular, y ésa no puede ser otra que Madonna, la famosa reina del pop, y que acudió al prestigioso certamen cinematográfico a presentar, fuera de concurso, su segundo proyecto como directora de cine, titulado “W.E.” y que no obtuvo muy buenos resultados de la crítica.
Para su primera aparición pública nada más desembarcar en Venecia, Madonna eligió un fino vestido negro con manga corta y cuello medio-alto, que recordaba mucho a los trajes que tan populares hizo la fallecida Jackie Kennedy; una elección muy elegante y casi informal, puesto que se trataba de una rueda de prensa y su correspondiente foto-col. Para esta presentación, Madonna lucía su larga melena con raya al lado y medio ondulada, un efecto que te durará mucho más tiempo si lo realizas con tubos y no con planchas.
Muy blanquita de piel, no aportó ningún tono que resaltara ningún área de su rostro, lo que me confirma la gran tendencia que viene, y que consiste en maquillarse al estilo porcelana. En sus ojos, Madonna dio volumen a sus pestañas superiores con un rímel negro, que acompañó de eyeliner fino terminado en rabillo, y cuya apariencia oscura difuminó con una tenue sombra verde clarito, por lo que sus labios grana destacaron no sólo por su color, sino por su imborrable sonrisa.
Para la noche, Madonna conservó el mismo estilo de melena, sólo que la parte frontal superior la peinó hacia atrás, a modo de ondas al agua. Luciendo unas llamativas gafas rojas de diseño, a juego con las mariposas que impregnaban su vestido, la artista marcó aún más su eterna sonrisa con una barra de labios rojo pasión con efecto gloss cubriente.