En muchas ocasiones, cuando nos arreglamos para acudir a una cita importante, incluso para una entrevista de trabajo, hacemos mucho más por sacarnos partido y parece que lo damos todo, tanto en el maquillaje como en el peinado, y muchas veces nos centramos tanto en ello que parece que no le prestamos atención a otras partes del cuerpo que dicen tanto de nosotras como son nuestras manos.
Por ello, hoy quiero darte unos pequeños consejos para unas manos bonitas, y que así te puedas sentir a gusto y segura con ellas, y perder el miedo a gesticular. En primer lugar, es importante que conozcas tus propias limitaciones y así poder realizarte, única y exclusivamente los trabajos que se te dan bien; quiero decir, si no tienes mucho pulso para pintarte las uñas de color, pues te quedarán mejor con una capa de brillito o un porcelana muy suave, en vez de verlas mal pintadas con grumitos, rayas o por fuera.
Del mismo modo, deberás tener mucho cuidado si te extraes alguna piel, ya que los cortes son muy antiestéticos y también pueden causarte una infección; por ello, procura utilizar productos líquidos especializados en ablandar cutículas y después sólo tendrás que arrastrarlas fácilmente con un palito de naranjo. En cuanto a la longitud de las uñas, es importante que todas presenten la misma altura y, a ser posible, no demasiado largas; si se te rompe una por accidente o porque las tienes débiles, es preferible llevarlas cortitas y con una forma muy mona y no que se vean unas más largas que otras.
En cuanto al aspecto de la piel, siempre parto de la misma base: hidratación, hidratación y más hidratación; acostúmbrate a usar una crema de manos no sólo a diario, sino que varias veces al día, es importantísimo para que no muestren grietas, durezas ni sequedad.