Nuestro pelo es uno de los elementos fundamentales de los que disponemos para proyectar la imagen que los demás tendrán de nosotros, por ello es importante que le demos sus cuidados más adecuados y así evitar que el cabello se rompa. Si bien es cierto que cada vez somos más las personas que podemos sufrir problemas de caída, y que sus causas son muy diversas, de lo que hoy quiero hablarte no es de este problema, sino de la rotura provocada por un trato no del todo correcto.
En primer lugar, es muy importante que te laves el pelo de un modo adecuado, frotando el cuero cabelludo con las yemas, pero evitando nudos y mechones enredados, para ello, es fundamental que no subas el total de la melena a la zona espumosa, sino que seas tú quien acaricie el pelo en toda su longitud.
Una vez terminado el lavado, debes retirar el agua sobrante con tu toalla, ladeando un poco la cabeza y acariciando la melena suavemente, ya que, por lo general, hay mucha costumbre de retirar esa agua retorciendo fuertemente la toalla, algo que provoca grandes daños en el cabello. Para desenredar, es muy importante empezar siempre abriendo la melena en dos (como para coletas), y empezar a dividir en mechones verticales, que irás desenredando siempre desde las puntas, cogiendo cada vez un poquito más hasta llegar a la raíz.
Si tienes el pelo muy fino y/o con tendencia a formar numerosos nudos, te convendría desenredarte siempre con una gotita de crema de peinado o spray desenredante, y así impedir que las puntas se abran y el pelo quede quebrado. Para bañarte en la playa o en la piscina, conviene que recojas la melena en su totalidad, formando un moño cerradito y así evitar que se enrede; y, por el contrario, procura no abusar de coletas que te ciñan el pelo y también provoquen su rotura.