Con motivos o sin, a la mayoría de nosotras nos gustaría poder modificar algunos rasgos característicos de nuestro rostro o aquellos que acaban por aparecer con el tiempo.
La forma del rostro es algo que no sólo depende de nuestra propia naturaleza, sino también de los cambios que con los años sufren nuestras facciones. Así, al mirarnos al espejo algunas vemos nuestro rostro demasiado largo, otras ancho y otra esperan que ocurra un milagro que haga desaparecer la papada, por ejemplo.
Uno de los mejores productos para conseguir disimular ese atributo que no te gusta es el colorete, ¡así que presta atención a estos consejos!
Las mujeres con la cara demasiado larga y estrecha deben evitar especialmente colocar el blush en las sienes, pues crearían un efecto todavía más alargado. Lo ideal es aplicar el rubor justo en los pómulos, sin alargarlo hacia la parte exterior de éste.
Las caras más anchas y redonditas deben aplicar el colorete en los pómulos procurando difuminar el color hacia las sienes (todo lo contrario que el anterior). Si tienes este tipo de rostro, lo que debes evitar expresamente es utilizar blush cerca de la nariz y bajo los ojos, pues con esto concentrarías toda la atención precisamente en el centro del rostro no permitiendo que éste se abra.
Si los años han hecho que tengas papada, debes remarcar el perfil de la cara desde los lóbulos de las orejas hasta la barbilla con un rubor rosáceo muy bien difuminado asegurándote de que no te deja el antiestético efecto máscara. También puedes aplicar polvos traslúcidos en la barbilla.
Realzar los pómulos es bastante fácil en comparación con lo anterior; sólo tienes que buscar un tono que destaque de tu tono natural (tostados de distintas intensidades) y aplicarlo muy ligera y discretamente bajo los huesos de las mejillas, en las hendiduras.
Ya ves que muchos rasgos indeseados pueden sermodificados visualmente con una aplicación correcta del maquillaje, ¡así que se acabó el quejarse y a practicar se ha dicho!