Estar guapa es algo que nos hace sentir bien, aprender a peinarnos y a maquillarnos lo vamos aprendiendo con truquitos, consejos y experiencia, mucha experiencia. Pero hay algo más que puede ayudarnos a dar ese toque especial de distinción, de estilo y de personalidad, y ese algo suelen ser los complementos. En lo que a moda capilar se refiere, hay un complemento en concreto que a mí me ha apasionado desde siempre, y es, sin duda, el turbante.
En las décadas de los 60 y 70, famosas tan copiadas y elegantes como Jackie Onassis, Sofía Loren, Grace Kelly o Joan Collins, lucían constantemente este complemento tan favorecedor y distinguido. Con el paso del tiempo, fue quedando un poco en el olvido, pero cuando Sarah Jessica Parker, en su papel de Carrie en «Sexo en Nueva York», apostó nuevamente por ellos, hizo del turbante el complemento de máxima tendencia en la presente década, quedando sobradamente demostrada la elegancia que denota, en cada aparición pública que realiza la Jequesa de Qatar.
Como suele ocurrir con otras modas rescatadas del pasado, la moda del turbante también se nos presenta customizada y modernizada, pudiendo llevarlo con el estilo clásico, ocultando toda la cabellera, hasta presentarlo como un detalle desenfadado al más puro estilo Amy Winehouse. Para rubias, para morenas, castañas o pelirrojas; con pelo corto o largo; liso o rizado; con flequillo o sin él, cualquier peinado que luzcas hoy en día conseguirá su toque más chic si le añades un turbante; para cualquier hora del día y para cualquier ocasión.
Puedes encontrarlos en formatos ya hechos, que sólo tendrás que colocar sobre tu cabeza, y listo; los encontraras también mayor o menor rizo, sobre los que también podrás añadir un broche o cualquier detalle que quieras mostrar. También puedes enroscar un foulard en un par de vueltas y darle tu propio estilo, así como un pañuelo en pico, también puede ser un improvisado turbante. No dudes en probártelo, te sorprenderá lo favorecida que te vas a ver.