Más de una vez hemos encontrado nuestro cabello más estropeado, con un aspecto apagado, seco y sin ese bonito brillo que tiempo atrás lo caracterizaba… No te preguntes más por qué ocurre esto, porque a pesar de es cierto que algunos factores externos pueden perjudicar a su salud son tus costumbres las que se convierten en los mayores responsables.
Si quieres saber cuáles son los malos hábitos que afectan a tu cabello y así reducir su impacto al mínimo, toma nota de lo que te contamos:
– Agua caliente: Aunque nos transmite una encantadora satisfacción cuando nos duchamos, el agua caliente no es para nada beneficiosa para nuestro cabello. De hecho, lo mejor es que bajes un poco las temperaturas y que acabes con algunos segundos de agua fría sobre tu cabello para mantenerlo más fuerte y brillante.
– Tintes y decolorantes: Si los tintes ya restan bastante salud a nuestro cabello (más si se hacen repetidamente), los decolorantes son sencillamente como una bomba nuclear. Si a pesar de todo quieres hacerlo como mínimo ponte en manos de un especialista que te aconseje acerca de los mejores tonos y tintes que puede aceptar tu cabello.
– Productos: Constituyen algunos de los mayores errores que cometemos con el cabello. Para empezar, debes olvidarte de comprar los champús solo porque estén de oferta, sin tener en cuenta sus características y el tipo de cabello para el que están más indicados, y apostar en los productos pensados para ti. Tampoco es recomendable acostumbrar a tu cabello siempre a los mismos productos puesto que al final podría perder brillo y vigorosidad.
En segundo lugar, no debes abusar de algunos productos como la laca, los geles fijadores o las espumas (entre otros) utilizándolos a diario puesto que podrían ser perjudiciales a largo plazo para la salud de tu cabello.
– Plancha y secador: Sí, ya sabemos que te encanta el aspecto de tu cabello cuando lo arreglas con estos mágicos aparatos, pero el calor que desprenden sobre la melena puede llegar a estropearlo con una apariencia seca y apagada.
– Peinados: Cuidado con la forma en la que te arreglas el pelo, pues algunas técnicas como los cardados y los retorcidos en el cabello o algunas prácticas como dar tirones o cepillar bruscamente lo maltratan muchísimo.
Y tú, ¿has corregido ya alguno?