La piel del pecho es una de las más delicadas que tenemos en el cuerpo las mujeres. Los senos son una zona a la que debemos prestarle atención y cuidados durante todo el año, ya que su deterioro es de los primeros en significar el paso del tiempo (y la gravedad). A día de hoy, y con el verano a la vuelta de la esquina, sí que es verdad que podemos ofrecerle algún tratamiento a mayores, como puede ser una delicada exfoliación, ya que dejaremos la piel preparada para baños solares, y también embelleceremos nuestro busto eliminando granitos y células muertas que afean nuestro escote cuando lucimos alguna prenda de ropa que deja entrever.
Para empezar, aplica la crema exfoliante realizando suaves movimientos circulares alrededor del pecho, y luego ascendentes en la zona del escote hasta el cuello. Después de retirarla y haber secado bien todo el área de cuello, escote y pecho, extiende por toda la zona (menos en las areolas) una crema específica para el busto y el escote que sea adecuada a tus necesidades. En este sentido las tienes de acción antiestrías (las de elastina y aceite de rosa mosqueta); otras con efecto frío y activos tonificantes (las que llevan lúpulo o hamamelis, ideales para combatir la flacidez); y también las hay nutritivas o reafirmantes (para las arrugas del entre-escote).
En cualquier caso, si no tienes ninguna necesidad específica, hidrata tu pecho a diario con tu hidratante corporal habitual. Del mismo modo, debes considerar otros cuidados rutinarios como pueden ser el terminar la ducha con un chorro de agua fría dirigido directamente a cada seno, puesto que lo tonifica y eleva; así como elegir la ropa interior adecuada, a mayor ancho de tirante del sujetador, mejor será la sujeción de los músculos del pecho. Si te depilas las axilas con cera, mira de separar y sujetar bien el músculo lateral del pecho a la hora de dar el tirón, ya que acción, mal realizada, te llevará a futuros descolgamientos.