Realmente existen muchísimos estilos de maquillaje, cada uno de ellos se adapta a nuestra personalidad, estilo de vida, o simplemente, a un horario concreto. Pero lo que sí tienen todos en común, es que esconden unos truquitos que llevarán a lo máximo el estilo que tú hayas elegido. Aquí te dejo algunos:
– Maquillaje: todas sabemos que la elección del color adecuado es fundamental a la hora de maquillarse, así como la manera de repartirlo y extenderlo sobre nuestra piel. Pero el truco para un mejor resultado final, y que tu maquillaje no resulte artificial está en frotar las manos y poner las palmas sobre las mejillas, la frente, y el mentón, de modo que ayudarás a suavizarlo.
– Rímel: para lograr un efecto abanico, el secreto está en utilizar un cepillo delgado, ya que con él es más fácil definir las pestañas de un modo prácticamente individual, lo que también te garantiza aplicar la misma cantidad de producto en cada una de ellas. Hay quien recomienda la utilización del rímel antes de delinear con lápiz o eyeliner, ya que el tener las pestañas ya definidas, facilita la aplicación de éste último.
– Colorete: el truco está en utilizar un rubor en textura crema, ya que nuestra piel es más receptiva a las composiciones de color en este formato, que a las tradicionales en polvo. Consigue un look del rocío de la mañana, con un tono más alto que el de tu propia piel; si lo que quieres es un look más romántico, opta por los rosados, te darán un aire dulce e inocente.
– Labios: este tip es la bomba. Elige uno de tus colores favoritos de sombra de ojos, dentro de la gama de los melocotón, rosas o morados; hidrata bien los labios y aplícate el color elegido repartiéndolo a toques, puedes utilizar la yema de los dedos o el aplicador de un gloss transparente. Necesitarás un poco de práctica para lograrlo, pero al final su resultado te enamorará.