El maquillaje puede hacer milagros, eso es algo que todas hemos pensado alguna vez mientras nos acicalábamos. Sin embargo, el maquillaje no tiene nunca el mismo efecto sobre nuestro rostro si no llevamos a cabo una rutina diaria para el cuidado de nuestra piel.
Y para ello limpieza, tonificación e hidratación son la clave.
No eliminar los restos de maquillaje puede ser nefasto para nuestra piel, que se resentirá día a día; es muy importante que te desmaquilles al llegar a casa y que apliques tónicos aptos para tu tipo de piel (los hay para pieles normales, grasas, mixtas, secas o sensibles).
Otro factor muy importante es mantener nuestra piel hidratada las 24 horas del día, tanto de día como de noche. Tras lavarte la cara por la mañana aplica una crema hidratante con oligoelementos o extractos de plantas que no sólo ayuden a aportar agua al rostro sino que además ayuden a retenerla para mantener la sensación de frescura en la piel.
Durante la noche es mejor utilizar cremas regeneradoras, pues es durante las horas de descanso cuando éstas pueden actuar mejor. Si tu piel es seca puedes utilizar las cremas nutritivas más comunes, mientras que si es grasa debes decantarte por los productos ‘oil free’ (libres de aceites).
Los sérums pueden aplicarse a diario para restaurar la piel de los daños que ha sufrido durante la jornada, a modo de tratamiento antifatiga para restaurar la piel.
Por último, no estaría de más que utilizases geles exfoliantes para mantener terso y luminoso el rostro y una mascarilla semanalmente para eliminar las impurezas internas y externas de la piel.
Una piel sana y cuidada puede no necesitar ni siquiera el maquillaje para lucir bella. No obstante, si eres de las que no puede vivir sin los cosméticos debes tener en cuenta como mínimo lo anterior para conseguir unos mejores resultados con el maquillaje.