Siempre destaco la importancia del pelo en cuanto a nuestra imagen global, como lo seductor de la mirada en cuanto a un maquillaje perfecto. Los ojos son una parte importantísima de nuestro rostro, y cierto es que son el espejo del alma. Pero más allá de que sean capaces de delatar nuestros sentimientos y emociones, debemos reconocer que nos ocupamos más de maquillarlos que de ofrecerles otro tipo de cuidados, y eso es algo que a la larga nos pasará factura.
La piel del contorno de los ojos es muy fina y sensible, por ello siempre recalco la importancia de poner una crema específica para esa área, ya que una simple hidratante no es suficiente para cubrir sus necesidades. El descanso es fundamental para no lucir bolsas ni ojeras, así como la utilización de productos destinados a combatirlas. Otro punto importantísimo es la rutina nocturna de limpieza facial, donde generalmente pasamos de largo sobre los ojos como si fueran una parte más del rostro.
En la limpieza es donde más debemos pararnos para conseguir unos ojos perfectos, ya que la aplicación diaria de cosméticos y maquillajes es muy dañina si no se elimina a la perfección. Puedes utilizar una toallita desmaquilladora como primer paso de esta acción, y así eliminar una gran parte de maquillaje, sombra y rímel, pero no es suficiente.
Conviene que te hagas con una leche limpiadora que incluya específicamente que es válida también para ojos, y aplicar una pequeña cantidad sobre ellos y masajearla con la yema de los dedos, aunque ya te hayas echado por toda la cara. A continuación, retírala bien, pero con suavidad, con un algodón, y termina la operación con otra bolita limpia impregnada en tónico para desmaquillar ojos. Conviene que te acuestes con la seguridad de que no queda ningún resto en ninguna pestaña. Sólo así lograrás que tus ojos luzcan bellos en cada maquillaje que quieras efectuar.