Para presumir de pelo bonito deben sumarse varios factores, entre ellos prima el buen estado del cabello, que siempre ha de mostrarse sano, fuerte y brillante. A partir de ahí, lo demás es cuestión de modas, gustas y rasgos. Aquí es donde nos encontramos con dos de los trabajos más importantes en peluquería: corte y color. De ambos dependerá en gran medida la imagen que proyectemos a los demás.
En lo que al color respecta, estamos viviendo una época de gran importancia, ya que trabajos como las mechas californianas, el ombré hair y el efecto raíz han revolucionado los salones de medio mundo. Pero no por ello debemos obviar que también son muchísimas las mujeres que son fieles a un color de pelo o a un estilo de vida con el que dichas técnicas no se corresponde. Para todas ellas también hay una tendencia en color: las mechas y tintes efecto natural.
Teñirse el pelo ha dejado de ser una tarea destinada únicamente a cubrir canas. En la actualidad los tintes se utilizan también para dar brillo y volumen al pelo, pero eso sí, consiguiendo siempre un efecto natural. Para ello es necesario combinar ambos trabajos técnicos: tinte y mechas, favoreciendo así que ciertos tramos del cabello reflejen la luz y rompan el tono monótono que suele dejar un tinte. Bastará con poner unas cuantas mechas salpicadas antes de teñirte, verás cómo el color las cubre pero dejando que se vean como vetas naturales.
Tanto en rubias, morenas, como pelirrojas, puedes mantener este efecto durante unos meses solamente repitiendo la aplicación del tinte. Del mismo modo, si quieres dar un toque especial y más colorista a tu look, también puedes apuntarte a la moda de incorporar alguna mechita en colores fantasía. La clave está en su ubicación, que siempre debe quedar relegada a un segundo plano.