¿Uñas de gel o de porcelana?


Las manos son toda una carta de presentación de las personas y también una de las zonas más visibles de nuestro cuerpo a causa de su continuo movimiento.

En este sentido, no solamente unas manos cuidadas cuentan sino también una manicura decente que resulte siempre hermosa y femenina… A sabiendas de que esto es algo complicado de conseguir especialmente con las uñas más cortas, lo mejor es apostar por las prácticas uñas de gel o de porcelana.

Ahora bien, ¿por cuál decantarnos? En Maquilladas comparamos ambos tipos para que puedas elegir a conciencia.

En realidad tanto la porcelana como el gel están compuestos por monomero (líquido) y polímero (polvos), por lo que resultarían prácticamente idénticos.

No obstante, en los resultados sí que encontramos algunas diferencias:

– El color resultante puede ser distinto, de un color carne más natural en las de porcelana y tirando a rosado en las uñas de gel. Sin embargo, en lo que a los acabados se refiere es probable que estas últimas resulten más naturales.

– Las uñas acrílicas o de porcelana son más duras y resistentes que las de gel, que a pesar de su menor resistencia resultan igualmente cómodas y prácticas para desarrollar cualquier tipo de actividad.

– La porosidad es otra de las cuestiones fundamentales, y es que una de las ventajas de las uñas de gel es que permiten que las uñas transpiren gracias a que se fusionan a la perfección con ellas.

– En caso de un golpe o similar debes tener en cuenta que con la manicura a base de gel tu uña prácticamente no sufrirá, pero en el caso de un material más duro como la porcelana puede llegar a producirte bastante dolor y hasta la rotura de tu base natural.

– A la hora de retirarlas, la porcelana es más fácil de eliminar puesto que se desintegra con un líquido especial mientras que las uñas de gel deben ser limadas y por tanto cabe la posibilidad de que dañen la placa de la uña.

Personalmente considero que las uñas de gel son la mejor apuesta, pero debes ser tú misma quien decida después de hacer tu propio balance… ¿Te animas?

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