Pocas cosas hay más incómodas para una mujer que depilarse las cejas o pintarse los ojos con las gafas puestas, dos acciones tan sencillas y que nos convierten en verdaderas contorsionistas frente al espejo. Ponemos las gafas en la punta de la nariz, levantamos el cuello hasta que el pobre no puede más, a la vez que torcemos la cabeza y aún encima no sabemos cómo meter las manos en medio de tanto lío.

Finalmente acabamos con media ceja depilada y nos pintamos la raya negra por dentro y andando. En una época en la que parece que ya casi todo está inventado, en la que un teléfono móvil está repleto de complejas aplicaciones, donde los coches empiezan a funcionar sin gasolina, y un sinfín de tecnologías de verdadera ciencia ficción, aquí estábamos nosotras, las chicas con gafas y nadie nos prestaba atención.
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Pintarse los ojos es una de las tareas más difíciles para las personas que no son profesionales de la rama, y es que, en realidad, ya cuesta bastante delinear y dar color de un modo perfecto en un ojo, como para conseguir que te quede exactamente igual en otro… Quiero pensar que los consejos, trucos y técnicas que te doy habitualmente te están ayudando a mejorar y perfeccionar tu maquillaje, pero lo que hoy quiero presentarte es un producto de muy fácil aplicación y que te dará el aspecto de haber sido maquillada por el mejor profesional cosmético del mundo.
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