Durante mucho tiempo, la pedicura fue la gran olvidada en la mayoría de rutinas de belleza, algo que cambió en los últimos tiempos gracias a la pasión por llevar también pintadas las uñas de los pies. Para ello, muchas mujeres se acostumbraron a poner cremita en los talones a diario para poder lucir una piel hidratada y con aspecto suave los meses de calor que casi te obligan a llevar sandalias.
Pues bien, ahora que el verano ha terminado, no dejes de cuidar tus pies también en invierno, algo en lo que caemos la mayoría, y que este año vamos a intentar que no sea así. Lejos de lo que muchas personas creen, los pies también se resecan y se agrietan en los meses de frío, por lo que hay que seguir dándole unos cuidados específicos para conseguir que su aspecto y tacto sea el óptimo durante todo el año.
En primer lugar, conviene que realices una exfoliación, especialmente en los talones, aunque no viene mal que también la realices en la zona en la que suelen aparecer los denominados ojos de gallo. Del mismo modo, de manera puntual puedes exfoliar también el resto del pie, aunque quizá de un modo menos fuerte, pero lo suficientemente eficaz para ayudar a la renovación celular eliminando células muertas. Las exfoliaciones son necesarias al menos una vez al mes, pero después del verano son imprescindibles.
Otro punto importante a tener en cuenta es el de las uñas, ya no solo por el hecho de llevarlas convenientemente cortadas, sino también en lo que respecta al color. Anímate a pintarte las uñitas de los pies también en invierno, ya que es un toque muy femenino que te hace sentir super bien y muy arreglada. Además, en invierno da menos pereza, ya que no se van a estropear con el agua del mar ni con roces que sufren durante el verano. Apúntate a la moda de los colores que son tendencia y presume de llevar siempre unos pies perfectos.