Mascarillas purificantes de arcilla verde


La arcilla verde se viene usando desde la antigüedad por su poder de curación de numerosos males, ya que posee diversas propiedades que la convierten en un excelente remedio para todo: evita la proliferación de los microbios, cura heridas y ayuda a su cicatrización, suaviza la piel y produce sobre ella un poder cicatrizante, y absorbe las toxinas. El tratamiento a base de arcilla más conocido es la mascarilla facial, pero también puedes utilizarla como mascarilla capilar para cabellos grasos, o corporal, para aliviar las pieles resecas.

Para elaborarla, debes empezar por poner la arcilla troceada sobre un plato de cristal o de gres (no utilices uno de metal o de plástico). Cubre los trozos con agua y déjalos en remojo entre 30 minutos y una hora. Deja que la arcilla se funda por sí misma hasta que su consistencia te parezca la apropiada, tú misma la puedes ir regulando y añadiendo más agua si quedó muy dura, o más arcilla si la notas muy suelta. Lo importante es que te la apliques inmediatamente justo en el momento de su elaboración, ya sea para el cuerpo o para la cara.

El poder absorbente de la arcilla es tal, que se desaconseja su uso si estás ingiriendo algún medicamento, ya que puede anular sus efectos, y también se desaconseja en pacientes de presión arterial, por lo que si tienes alguna duda, es mejor que lo consultes con tu médico o farmacéutico, de hecho, es en farmacias y parafarmacias donde puedes adquirirla, aunque también la podrás comprar en herboristerías y tiendas especializadas en productos biológicos o dietéticos. Por lo general, la encontrarás granulada o en polvo, y su precio medio viene siendo de algo menos de 10 euros por una cantidad de 250 gramos, aunque puede variar un poco según marca, presentación, y establecimiento.

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