Extensiones de pestañas


Aunque no se puede negar que el rimmel es un recurso fenomenal para conseguir dar el protagonismo del rostro a la mirada, lo cierto es que hay personas para las que este cosmético no resulta suficiente…

Si tienes unas pestañas cortas, pobres y despobladas o si sencillamente te gustaría tener una mirada de infarto desde que te levantas debes plantearte la posibilidad de hacerte una extensión de pestañas.

Estos sistemas fijan pelito a pelito las extensiones sintéticas o naturales sobre tus pestañas utilizando un pegamento especial que hace que se mantengan durante muchísimo más tiempo que unas pestañas postizas tradicionales. De hecho, una vez puestas lo más habitual es que debas acudir a hacer retoques a tu centro de estética cada tres semanas o de forma mensual.


Debes tener muy claro cuál es el objetivo que te marcas con este tratamiento, pues de las características de tus ojos, de tus pestañas y de los resultados que esperes dependerá el tamaño y la cantidad a utilizar en ellas.

De este modo, puedes optar por aplicarlas cortas y en abundancia, largas pero con una cantidad regular o bien optar por aplicar las cortas más cerca del lagrimal e ir ampliando su longitud hacia el exterior del ojo.

Para aquellas que no os sintáis a gusto con las extensiones postizas también existen a día de hoy sistemas de extensión con pestañas de pelo natural.

El tiempo aproximado para realizar el trabajo es de una hora, aunque dependerá sobre todo de la cantidad de pestañas a colocar y del efecto que quieras conseguir.

Una vez las disfrutes podrás lucirlas al natural o bien aplicando un poquito de máscara de pestañas que no sea waterproof (a partir de las 24 horas); para desmaquillarla, utiliza productos libres de aceite.

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