La primera dama de Estados Unidos es una de las mujeres más influyentes del mundo, siendo muchos los que aseguran que su marido le debe gran parte del éxito que ha cosechado en su trayectoria política, incluida su reelección como presidente. Cercana, sonriente, y muy participativa en temas sociales y políticos, Michelle Obama también es noticia constantemente por sus estilismos, convirtiendo en número 1 de ventas toda aquella prenda con la que es fotografiada.
Ayer por la tarde tuvo lugar la toma de posesión de Barack Obama, uno de los actos más multitudinarios que se celebran en Washington y cuya repercusión mundial no conoce límites. Allí pudimos apreciar el cambio de look de Michelle, quien desde hace unos días luce flequillo y un corte de pelo bastante diferente al habitual. Quizá sea la falta de costumbre, pero debo reconocer que, en mi opinión, no le favorece absolutamente nada.
Nuevo corte y nuevo peinado
Es posible que la señora de Obama parezca algo más joven con esta nueva imagen, pero aún así hay algo que no me acaba de convencer del todo. Quizá sea porque en estos momentos la última moda viene marcada por los cortes de pelo muy capeados y los acabados muy desenfadados. En cambio, Michelle se ha cortado la melena casi recta, salvo por un ligero desfilado que luce en sus puntas. Del mismo modo, ha optado por ocultar su cabello ondulado bajo un liso total.
Su imagen más habitual
En la última fotografía, a la izquierda, podemos ver una imagen de Michelle que representa su estilismo más habitual, en el que siempre ha destacado una montaña bien marcada que dejaba al descubierto su frente. Ese peinado quizá se veía deslucido por el nacimiento del pelo tan bajo que tiene, un problema que en su día se solucionó peinándola con el pelo ligeramente rizado y una capa frontal larga, a modo de flequillo ladeado. Este último peinado es para mí uno de los que mejor le sentaban.