Desde hace varias décadas, Isabel Preysler es uno de los personajes más seguidos por la prensa del corazón. A través de diversas revistas hemos sido testigo de sus bodas, divorcios y maternidades. Fruto de su relación con el Marqués de Griñón nació su hija Tamara, una joven treintañera que va camino de convertirse en la heredera absoluta de la elegancia y estilo de su madre.
Tamara Falcó Preysler es uno de los rostros más demandados en diversas publicaciones de moda, sociedad y eventos de alto nivel social. Simpática y dicharachera, siempre tiene una sonrisa preparada y un saber estar insuperable. Sabe lucir como nadie modelos de alta costura y joyas de precios incalculables con la naturalidad de quien lleva una segunda piel. Su desparpajo y naturalidad la han convertido en noticia constante, ya que cada vez que hace declaraciones a la prensa da jugosos titulares.
El estilismo de Tamara Falcó en su día a día es el habitual en cualquier joven de su edad, así como en eventos de gala destaca por saber combinar a la perfección vestidos de grandes firmas con detalles que le aportan un aire muy juvenil. Así ocurrió también en la presentación de un champagne de gran prestigio, del que Tamara fue la madrina. En esta ocasión lució una coleta muy sencilla e informal, con un leve efecto despeinado que, a pesar de estar estudiado al milímetro le daba un efecto muy casual.
Del mismo modo, cuando luce melena se peina de manera muy natural, apartándose siempre de estilos sofisticados. Esa sencillez también es su máxima a la hora de maquillarse, ya que suele recurrir a técnicas nude en las que no concede protagonismo a ningún rasgo. Por lo general opta por tonos rosados suaves para los labios y utiliza técnicas básicas para su mirada, destacando que este año se decanta por pintarse los ojos en marrón, ya que es última tendencia.