El estilismo de Amy Winehouse, para el recuerdo


Hace unos años, el panorama musical se sorprendía con la grandeza de la voz de una joven inglesa, Amy Winehouse, quien destacó por sus mezclas de diversos géneros musicales, como el soul, jazz o rock&roll, entre otros, y más aún por su registro vocal, que era acústicamente poderoso y capaz de expresar profundamente sus emociones. Ganadora de 5 Grammys en una sola noche, Amy se convirtió rápidamente en uno de los personajes mediáticos de mayor seguimiento en los últimos años.

Su “voz negra en garganta blanca” iba acompañada por unos looks que no dejaban indiferente a nadie, su moño de gran altura y un eyeliner exagerado, fueron los 2 puntos de referencia que marcaron su peculiar imagen, creando así un estilo distintivo que ha sido motivo de inspiración para diseñadores de moda como Karl Lagerfeld, a la vez que entre el público se la imitaba tanto de un modo formal, como cómico, puesto que el look de Amy ha sido de los más repetidos en los carnavales de los últimos años. Amy Winehouse creó su propio estilo con el fuerte contraste de una piel extremadamente blanca, sobre la que destaca mucho más el negro de su melena.

Centrando toda la atención en la parte superior de su cabeza, unas cejas muy marcadas y espesas son el techo de unos ojos sobre los que el eyeliner luce en su máximo grosor, de un modo curvilíneo hasta tocar el extremo de la ceja. Del mismo modo, una melena extremadamente larga, toma su máxima altura con un moño de estilo nido, elevado a base de grandes cardados, pero siempre dejando infinidad de mechones sueltos. Su voz tan personal, y su look tan distintivo, forman hoy parte de un mito, puesto que hace unas horas la noticia de su repentina muerte llevó de nuevo a la artista a copar numerosas portadas.

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