Los años no pasan en balde y mientras avanza nuestra vida vemos cómo nuestra piel envejece día a día, un auténtico drama para muchas mujeres hoy en día.
Sin embargo, también es cierto que cada vez son más los recursos a nuestro alcance para eliminar o disimular esas manchas, arrugas o patas de gallo y conseguir una piel más joven y luminosa.
El peeling es sin duda uno de los más efectivos, y es que durante estos tratamientos se destruye la capa superficial, media o profunda de piel eliminando así las células muertas y dejando paso a una nueva piel libre de imperfecciones.
¿Estabas pensando en hacerte un peeling a nivel medico-estético? Pues echa un vistazo a las distintas técnicas existentes, ¡no está de más que te informes antes de una consulta!
Existen tres tipos básicos de peeling: El superficial, el medio y el profundo, cada uno de ellos relacionado con tu propia piel y los objetivos a alcanzar.
En cuanto a las técnicas de peelings, podemos distinguir básicamente cuatro tipos:
– Mecánico: Es un tratamiento de microdermoabrasión en el que una máquina trabaja sobre la capa córnea y la dermis para rejuvenecer la piel aportando luminosidad y frescura. La sesión dura aproximadamente dos horas.
– Químico: No utiliza máquinas, sino productos químicos abrasivos que queman la piel para que la antigua desaparezca y aparezca una nueva. El tratamiento dura una hora.
– Láser ultrasónico: El equipo de ultrasonidos no solamente elimina imperfecciones sino que además potencia la creación de colágeno en la piel.
– Láser CO2: Es más suave que las anteriores y se utiliza para eliminar manchas, arrugar y líneas de expresión menos profundas. Esta técnica innovadora dura unos 40 minutos.
Ten en cuenta que los resultados no son inmediatos, y es que la piel resultará dañada y en reconstrucción durante días o semanas hasta volver a la normalidad (sin costras).
Acude a clínicas especializadas y de prestigio que resulten de la mayor fiabilidad, infórmate y resuelve todas tus dudas con un profesional.