En muchas ocasiones es un mal hábito adquirido lo que te puede arruinar un buen maquillaje. Por eso hoy vamos a repasar aquellas cosas que quizá estés haciendo mal y estén consiguiendo que tu piel no luzca tan bonita como debería. Siempre se está a tiempo de solucionarlo. ¡Vamos a ello!
No usar pre-base
No le quites importancia a la pre-base para fijar tu maquillaje, ya que se encarga de hacer que la base que pongas a continuación tenga un acabado más uniforme y luminoso.
No lavar los pinceles
Por muy buen maquillaje que uses, por muy bien que sepas ponértelo, la limpieza de los pinceles y las brochas es imprescindible, ya que si están limpias difuminan mejor y evitarás también la aparición de algunos granitos indeseables. Deberías lavarlas cada dos o tres semanas.
Exfoliación por exceso
Tan malo es no llegar como pasarse. Si exfolias tu piel con frecuencia será más fácil que tu maquillaje quede más natural y se asimile con tu piel de una manera bonita. Pero, cuidado, ya que si te exfolias demasiadas veces a la semana la piel quedará sensible y se puede resecar.
Tocarte los granos
Vas a maquillarte y descubres que te ha salido un granito. Nos ha pasado a todas. ¿Y cuál es la acción inmediata, esa que no piensas? Tocarlo, apretarlo, estrujarlo… El resultado también lo conoces: la piel se queda roja e incluso se puede inflamar la zona. Por eso nunca lo hagas antes de aplicar el maquillaje en tu cara, si ha de suceder, que sea cuando te vayas a la cama, para que la piel respire…
Morderse los labios
De nada sirve que quieras lucir unos labios espectaculares con un color increíble si estás todo el día mordiéndote las pieles. Se quedarán secos y con heridas, así que, al igual que con las uñas, nada de morder.