Aplicación correcta del contorno de ojos


El contorno de ojos es la zona del rostro más sensible a la fatiga y al envejecimiento, puesto que su piel es extremadamente fina y se ve sometida a un continuo desgaste de los parpadeos. Tan importante como elegir la crema más eficaz es el hecho de aprender a aplicarla, pudiendo llegar a mejorar su eficacia hasta en un 50% si se sigue un protocolo cuidadoso que estimule los puntos clave del rostro. Así lograrás que las bolsas se deshinchen, las arrugas se alisen y los párpados se eleven.

El contorno de ojos se aplica por la mañana y por la noche, siempre después de haber limpiado el cutis concienzudamente. Es el primer producto que tomará contacto directo con la piel, antes que el sérum, corrector o cualquier otro. Toma una pequeña cantidad del contorno que hayas elegido y repártelo en 3 puntos a lo largo del párpado inferior. No lo acerques demasiado al ojo ya que podría irritarse o producir algún otro tipo de reacción en la mucosa ocular.

Ahora debes comenzar a extenderlo pero sin desplazar la piel, desde el ángulo interno del ojo hacia el exterior, repitiendo el movimiento en el párpado superior y a lo largo de las cejas. Realiza un suave toqueteo con los dedos índice y corazón en el párpado inferior. Este movimiento favorece la penetración de la crema y activa la microcirculación y el drenaje linfático. Esto te ayudará notablemente a reducir las bolsas tan fatigosas y antiestéticas.

Para pieles jóvenes se requieren fórmulas ligeras, como geles y fluidos, y que incluyan activos para los signos de cansancio pasajeros. A partir de la treintena se necesitan cremas que sean más completas, con vitaminas, minerales y aminoácidos. Para pieles maduras, es necesario un tratamiento antiedad que se encargue de relajar el párpado superior, y que trate la pérdida de elasticidad, las arrugas, sequedad, bolsas y ojeras.

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